martes, 10 de junio de 2008

Excursión hasta el Aloia




Después de varias semanas planeándolo, por fin hemos hecho la ruta desde Vincios al Monte Aloia.
El sendero comienza en el lugar de A Pasaxe, donde existe un cartel anunciador. Durante el recorrido encontraremos bosques mixtos y zonas de descanso con fuentes de agua fresca. En las paredes graníticas de O Galiñeiro existe una zona de escuela de escalada con multitud de vías de diferente dificultad para la práctica de este deporte. En la parte alta, ya cerca de la cumbre, existen restos posiblemente pertenecientes a un muro defensivo de un castro galaico- romano. Desde el pico se domina un extenso panorama del sur de la provincia de Pontevedra. Desde esta zona nos desplazamos por la denominada Serra do Galiñeiro hasta el Parque Natural del Monte Aloia. Desde su punto más alto se obtienen imponentes vistas del valle del Miño, además de cobijar restos arqueológicos de gran valor. El monte Aloia presenta un relieve accidentado con una cota de 629 metros del Alto de San Xiao, desde donde se domina un amplio tramo del Miño hasta su desembocadura y donde pudimos observar una tormenta (en la foto de Iñigo) a lo lejos, en la Sierra de Gêres (Portugal).
Aqui estuvimos alrededor de una hora recorriendo diversas zonas del parque, luego hicimos una parada en el Bar, al lado del refugio de los Montañeros Celtas, donde dimos buena cuenta de unas raciones de empanada de Bacalao y de Chocos, que nos dieron fuerzas suficientes para iniciar el camino de regreso, que empezaba por una zona técnica de fuerte desnivel. Luego por la sierra del Galiñeiro pasamos por zonas totalmente despobladas en las que solo estaban las cabras y nosotros. El descenso final lo hicimos por la zona de que va desde la fuente en la base del Galiñeiro hasta el lugar de A Pasaxe donde dejamos nuestros coches.
En resumen, una estupenda jornada de bici, que esperamos repetir pronto.

1 comentario:

Unknown dijo...

Viendo las fotos, aun nos queda mucho por explorar.... El resto de las fotos estan estupendas, voy a enviarle algunas a Pablo Marin.

Saludos.