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Como casi todo este mes de febrero, el día amaneció perfecto para dar un paseo en bici en compañía de buenos amigos.
Así, nos volvió a acompañar Victor, que con Josecho, Iñigo, Pablo, Marcos y el que le da al teclado, previa reunión en San Andrés, comenzamos la ruta sin ganas de dar muchos rodeos, callejeando por el barrio de Matamá y atravesando en ocasiones fincas privadas, ante el cabreo de los cánidos del lugar. Eso sí, al final lo conseguimos, llegando a atravesar la autopista de circunvalación (VG-20), casi de forma perpendicular desde la gasolinera de San Andrés. Aquí, continuamos con ganas de encontrar nuevos caminos, apremiados por el explorador jefe del grupo, Victor, y continuamos por un sendero con un firme poco compacto, con restos de tala y con un fuerte desnivel que hizo de este tramo todo un reto para futuras ocasiones.
Como es de suponer, llegamos enseguida al Monte dos Pozos, avituallamiento y continuamos hacia el Monte Alba, donde esta vez subimos a la zona de la Capilla. Aquí disfrutamos del merecido premio, con posiblemente la mejor vista de toda la ciudad de Vigo.
En este punto, decidimos bajar también por una de las mejores rutas de descenso que este grupo conoce, nosotros la conocemos por “el pasillo”, no en vano fué en su día escenario de campeonatos gallegos de “downhill”. Después de más de veinte minutos con una mezcla de placer, cansancio y sufrimiento, llegamos al barrio de Casás, de nuevo en San Andrés de Comesaña donde finalizamos nuestra excursión sobre las 12’40 horas, mucho más temprano que en otras jornadas, ya que también el recorrido fue de apenas 20 km.

Cinco jinetes

Cinco jinetes, que no del ApocJavialipsis, fuimos los que dejamos huella este domingo en los ya conocidos montes de la periferia viguesa. Recorrido habitual con alguna variante improvisada y avituallamiento con vistas al mar. Este sería un buen resumen de una jornada más, de un domingo más si no fuera por un par de detalles. Uno, el primero y mas importante, fue la ausencia de un fijo, Pablo, y no faltó por la aparatosa caida del domingo anterior, sino por una dolencia de uno de sus hijos que al final, gracias a Dios, se quedó en nada. El otro, mucho más festivo, consistía en que era la primera salida después de mucha lluvia, en que reinaba el sol en el cielo. Puede parecer banal, pero últimamente Galicia nos recordaba el por qué de su fama y una borrasca precedía a otra si cabe mayor.
Y dije cinco jinetes, donde una vez más Trek era la marca numéricamente dominante. Por orden alfabético: Carlos, Fernando, Iñigo, Javi y un servidor, Josecho. Specialized, Trek, Trek, más trek y Merida. Domingo con mucha hambre de monte, un sol en el cielo que enamoraba y unas sensaciones sobre la bicicleta que nos hacían recordar una vez más lo afortunados que somos al gozar de estos montes y de estas vistas. Aprovechamos pues este regalo en forma de sol y nos abandonamos al hermoso arte de la fotografía. Una, dos, tres fotos, video… Carlos sacó todo su arte fotográfico y nos retrató consciente e inconcientemente una y otra vez. Malabares buscando la siempre esperada “foto distinta” y risas de unos amigos que disfrutan viendo disfrutar a sus amigos. ¡Qué más se puede pedir!.

Josechu Bonet

"Quinten"

Ante la previsión de la llegada a Galicia este domingo de la borrasca llamada "Quinten", Carlos y yo decidimos adelantar la salida en bici para el sábado, donde la previsión era mucho mas favorable. Y así fué, poco después de comer salimos de casa en dirección a los montes de Corujo con un espléndido dia de sol, temperatura algo fría pero casi ideal para practicar nuestro deporte favorito. Así comenzamos por la ruta del Lagares hasta la depuradora, luego hacia la Iglesia románica de Corujo y desde aqui el ascenso por la "ruta paralela" (que con la digestión en trámite se hizo algo pesada) hasta el Parque forestal de Saians. Parada de avituallamiento y continuamos por pista ancha hasta la misma caseta de Fragoselo. Aquí, sesión de fotos para este blog e iniciamos el descenso sobre las 18'30 horas, el sol ya estaba muy bajo y el frio se hacía mas intenso, sobre todo al coger algo de velocidad. Llegando de nuevo al Parque de Saians nos separamos, Carlos se dirigía a Los Abetos donde le esperaba su familia y yo continúo por la ruta paralela hasta la carretera de Camposancos para regresar a casa casi con la noche encima.

Por otro lado el resto del grupo hacia la salida dominical de costumbre, dejando constancia gráfica en la foto que me envía nuestro amigo Luis, donde no se sabe si la ruta la hicieron por Corujo o por Transilvania.

Be Water !!!

Este Domingo, éramos solo tres (Pablo, Iñigo y Fer), hemos tenido mucha suerte, ya que con el tiempo de todo el fin de semana, solo nos mojamos por la gran cantidad de agua que nos encontramos por las rutas y nos vendrían muy bien unos escarpines de surfista, para evitar tener los pies fríos el resto de la ruta, cuando pasando por algún charco más grande de lo normal, tuvimos que echar “pie al agua” . El terreno que nos encontramos por la Ruta Bernabé y la zona de Corujo, fue pesado, con mucho barro y que en todo momento nos ha dado algunos sustos sin ningún incidente destacable. Nos sorprendió la gran cantidad de ciclistas que nos encontramos, incluso en alguna subida complicada nos tuvimos que apartar para que pasasen los que iban en sentido de bajada. También añadimos una foto de nuestro amigo Pablo ex Connor, desde sus territorios al otro lado de la ría, con su flamante Giant Trance X3; y ya son dos los que se han pasado a este modelo, parece que con éxito. Saludos desde aquí.