Marcos

Con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, decidimos darnos una pequeña paliza para ir contrarestando los efectos de los excesos que se avecinan.

Como hace dos semanas el experimento rutero salió positivo, esta vez optamos por complicarlo un poco y comenzamos la jornada por la carretera de Baiona, girando en la primera rampa hacia Fragoselo por el denominado Camiño do Viño, para llegar a la capilla de Fragoselo. Desde aquí, por el sendero de los petroglifos hasta el pueblo de Chandebrito, haciendo aquí una parada de avituallamiento en el pico que está por encima del Castro y de los molinos de esta zona, donde también disfrutamos de unas maravillosas vistas de toda la comarca (como se aprecia en la foto) así como de las rias de Vigo, Pontevedra y parte de la de Arousa. Casi repitiendo el recorrido de la ultima salida nos dirigimos al Parque forestal de Beade por una pendiente bastante larga y técnica que se hizo bastante dura por el esfuerzo ya acumulado.

Desde aquí la pista habitual de descenso hasta el centro de Bembrive, donde ya tomamos la ruta del Lagares hasta Castrelos.

Como novedad esta jornada nos acompañó nuestro amigo Marcos, que está mas habituado a la carretera que a la montaña, pero disfrutó mucho de la ruta, cumpliendo sobradamente en todos los terrenos.

Otra vez, una nueva ruta que resultó muy satisfactoria y que repetiremos en breve, probablemente incluso antes de Navidad.

Experimento positivo

Todavía con la resaca de la cena Trekorbea del pasado viernes y viéndonos obligados a aplazar por mal tiempo la salida del domingo para el lunes, nos levantamos con ánimo de realizar un experimento rutero. Decidimos unir en una sola salida dos zonas que habitualmente hacemos por separado, la zona del Monte Alba con la zona del Parque forestal de Beade.

Comenzamos por la ruta Bernabé, esquivando el Monte de los Pozos para llegar a la fuente que está en la base del Alba, muy concurrida, por cierto. Aquí después de una pequeña deliberación, con votación incluida, nos dirigimos hacia el Cuvi. A la altura del Colegio Sobreira, paramos en un pequeño circuito de freestyle donde un grupo de chavales realizaban saltos y piruetas. Ellos mismos nos indicaron una ruta de subida al Cuvi que resultó ser muy divertida, aunque la parte final para llegar al Parque de Beade (en la foto con Luis, Pablo, Carlos, Iñigo y Javi) se hizo un poco dura por el desnivel y algunas zonas técnicas, pero esto hizo que el conseguirla nos diera una satisfacción extra.

Ya desde aquí bajamos por la conocida ruta de descenso hasta Bembrive, con 3 zonas muy diferenciadas, la primera muy técnica, con pequeños saltos y zonas peraltadas, la segunda muy rapida, también con algún salto que la velocidad hacía más fácil y la tercera, algo más de 100 m. de fuerte desnivel, escalones y bastante dificultad técnica, además todo el recorrido estaba muy blando y resbaladizo. Terminamos el recorrido por el paseo del Lagares hasta Castrelos, recorriendo menos Km. de lo esperado, 24 y descubriendo una nueva ruta para repetir proximamente, para que puedan disfrutarla los ausentes.

Nieve + Fuel

En el título se resumen las novedades de esta jornada. Primero el H2O abundante que nos sorprendió a la media hora de la salida, que hicimos con la intención de llegar hasta el Galiñeiro para ver la fina capa de nieve que cubría la cima. Pablo, Iñigo y Javi, fueron los tres incautos que decidieron intentarlo, llegando solo hasta el alto de la Garrida, donde el dolor de manos por la humedad y el frío se hizo insoportable y decidieron regresar por carretera, teniendo incluso que realizar una parada en la gasolinera de Valladares para recuperar la temperatura en las extremidades.

Con todo ello, nuestro compañero Iñigo no pudo disfrutar de su nueva montura, una estupenda EX8, que despues de las ultimas averias en su antigua máquina decidió renovarla.

Así las cosas, recibimos las fotos del único componente del grupo que decidió subir por su cuenta hasta el Galiñeiro y lo consiguió enviándonos muestra gráfica de la hazaña.