Antes de entrar en matería, recalcar en este blog las palabras de Josecho agradeciendo a nuestro compañero Fernando por su idea, su interés, su constancia y su determinación con esta propuesta de realizar el Camino de Santiago.
Este pasado sábado a las 07'40 horas nos reunimos en la Plaza de América los cinco primeros integrantes de la expedición a Santiago; Marcos, Carlos, Josecho, Fernando y yo mismo nos dirigimos Gran Via arriba hasta los depósitos de Seragua en la calle Cantabria. Aquí nos esperaban Victor, Alberto, Pablo y Pedro.
Sobre las 8 horas y 10 minutos iniciamos nuestra aventura hacia Santiago, con una espesa niebla que nos acompañó hasta Redondela, siguiendo la conocida Ruta del Agua. A la salida de Redondela, tras pasar bajo el elevado puente del ferrocarril y por delante de la iglesia de la Virgen del Rosario, es cuando realmente comenzamos a recorrer el Camino de Santiago enlazando con el que viene desde Tui. En esta iglesia giramos a la izquierda para tomar una pista asfaltada, que en suave ascenso sale a la carretera N-550 a la altura del Viso. Se cruza la carretera y rodeados de pinos se desciende por el lugar de Estefontes en busca de la conocida localidad de Arcade, famosa por sus ostras.
Siguiendo las señales por sus típicas calles se llega muy pronto al histórico lugar de Pontesampaio. El Camino cruza el río verdugo por el puente, en cuyo lugar se produjo una de las mayores derrotas que el ejército napoleónico sufrió en Galicia durante la Guerra de la Independencia. Por una empinada y estrecha calle empedrada se abandona el núcleo urbano Por antiguos caminos empedrados alternando con pistas forestales, primero en ascenso y posteriormente en descenso, se recorren varios kilómetros hasta que de nuevo se cruza la N-550 y tres kilómetros restan para llegar a Pontevedra. La entrada a la Capital se efectúa por el camino de Gorgullón y Virxe do Camino y la salida es por el puente de Burgo.
Aquí se une a nosotros Pablo (Giant), cuando son aproximadamente las 10'30 horas. Avituallamiento, fotos y continuamos el Camino.
Al poco de pasar frente a la Iglesia de Alba se toma una carretera a la izquierda que pasa bajo las vías del ferrocarril y por el mismo asfalto se llega a San Caetano. Pasada la capilla del Santo esperan las sendas que atraviesan los frondosos bosques de Reiris y Lombo de Maceira.
La mayor parte del trayecto de esta etapa discurre por las estribaciones de la zona montañosa que es referencia permanente a la derecha del peregrino, pero la ruta es plácida y agradable, aunque hay que estar muy atento a las señales, debido a las numerosas encrucijadas y continuos zigzagueos que presenta. A partir de San Amaro, pistas cementadas y corredoiras se suceden hasta el hermoso núcleo de Tibo que da acceso a Caldas de Reis.
Justo donde termina el casco urbano de Caldas, se tuerce a la derecha tomando un camino que bordea numerosos viñedos, esta vía se prolonga por el asfalto durante un trecho y luego continúa por un vallejon entre pinos y campos de cultivo. En lo alto nos espera Santa Mariña de Carracedo.
Tras rodear esta población, los pasos del peregrino penetran por zonas solitarias y muy arboladas, pero de fácil caminar, hasta que se asoma a San Miguel de Valga, siendo a partir de este punto cuando el Camino discurre por una sucesión de aldeas y zonas de nueva edificación, hasta que se llega a Pontecesures. Tras cruzar el puente, el camino bordea el río Sar y Padrón se encuentra al alcance de la mano. Siguiendo el canalizado cauce se accede a la villa por el mercado de abastos.
Con unos 80 km. en nuestras piernas decidimos para a comer, pero comer de verdad y es entonces cuando nos olvidamos de barritas energéticas y demás para sentarnos en una terraza del casco viejo para dar buena cuenta de unas tapas de pulpo, calamares y unos pimientos (de Padrón, por supuesto). Trámite realizado, continuamos Camino.
La preciosa villa de Padrón queda atrás, pero inmediatamente nos adentramos en Iria Flavia.La ruta pasa por la parte trasera de la Colegiata de Santa María de Iria y paralelamente a la conocida carretera N-550, muy pronto se llega al emblemático santuario mariano de A Escravitude, levantado entre 1732-43 sobre una fuente milagrosa. Continúa por pistas, veredas y bosques hasta que cruza la vía a la altura de la aldea de Angueira de Suso, se gira a la izquierda tomando pistas cementadas y alguna que otra cañada, y de esta guisa se llega al pueblo de Rúa de Francos, donde se puede admirar uno de los cruceros más curiosos de este camino.
A partir de ahí el Camino se adentra por una pista, que en parte está cubierta por emparrados viñedos. La traza es agradable y el ascenso es suave hacia Santiago, salvando algunos repechos. El paso discurre por las aldeas de Osebe, Biduido y Milladoiro, esta última quedará a nuestra derecha. Las torres de la Catedral Compostela ya se intuyen, el caminante sabe que la meta se encuentra cerca y quizás es por esta razón que este trecho, cada vez más urbano, se hace eterno con unas fuertes rampas que se acumulan a los ya casi 100 km. que llevamos.
Santiago es la meta de todos los caminos. No defrauda a nadie.
A toda la descripción de la ruta añadir que la sensación global fué fantástica y todos quedamos impregnados por el espiritu del Camino. La amabilidad de las gentes y la complicidad de los caminantes que nos fuimos encontrando hacen la ruta mucho mas llevadera, la belleza de los lugares dejan una gran impresión. Y sobre todo la compañía de tus amigos que se acentúa en este tipo de rutas, hace que nos conozcamos todos un poco más.
Muchas gracias a todos por vuestra compañía en este fantástico CAMINO.
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Una semana después nuestra aventura a Santiago nos sentimos en "casa" cuando Iñigo, Luis, Pablo y yo salimos hacia Fragoselo este pasado domingo y practicamente calcamos la ruta de hace dos semanas por Corujo, Saians, Chandebrito, Monte Alba, para terminar por la que para mi es la mejor ruta de descenso de la zona de Vigo, nosotros la conocemos como "el pasillo" y son casi treinta minutos de pura adrenalina con todo tipo de zonas rápidas, técnicas, zonas de pedaleo ...desde la Capilla del Alba hasta el barrio de Casás. Solo un pequeño contratiempo a mitad de bajada cuando nos encontramos el camino bloqueado por una tala masiva, precisamente en la zona mas técnica y divertida.
