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Este Domingo estábamos bajo mínimos, solo estuvimos en San Andrés Marcos y yo, (creo que los únicos que cambiamos la hora) y nos dirigimos hacia el Monte dos Pozos por las rotondas de la circunvalación, allí avituallamiento de rigor un par de fotos que perdí ... y ninguna vista ya que estaban las nubes bajas. Nos dirigimos hacia el Monte Alba pasando por una zona muy técnica que conocemos todos porque hasta la fecha solo unos cuantos "elegidos" la pasan, pero debido al agua que cayo la noche anterior estaba mas limpia de piedras que de costumbre lo que nos ayudó a los dos a pasarla, ahí la primera satisfacción del día, la segunda, que no nos hicimos daño ya que desde el Alba bajando por "el pasillo" (con alguna variante sobre la marcha) era un afluente del Lagares, muy bonito pero algo peligroso, no pasó nada y la verdad que nos divertimos. Saludos a todos.

Fer (el de la foto)

K2 Corujo

Bueno, después de otro paréntesis obligado en el blog, volvemos a la acción con varias ausencias de los habituales. Iñigo de viaje, Pablo convaleciente y Carlos de excursión con la Trek Madone, además del resto de compañeros que suelen salir esporadicamente, nos presentamos este domingo en San Andrés: Josecho, Fernando, Marcos, Victor y yo, también compareció Carlos pero con su flamante bici de carretera y en dirección a Baiona.

Comenzamos por la carrera de Camposancos, tocamos tierra pasando la Iglesia de Corujo por la "paralela" y a la altura de las Roteas duro ascenso hasta el Parque de Saians, continuamos bordeando el monte de Corujo hacia la parte alta de Camos para llegar al campo de fútbol de Chandebrito, donde hicimos nuestra primera parada para el avituallamiento. Luego continuamos serpenteando para llegar al punto justo donde se hace la salida de la pista de descenso de Corujo y en ese lugar subimos hasta el pico cercano y que nunca se nos había ocurrido subir. Para nuestra sorpresa nos encontramos con el mirador mas bonito de Corujo (a la foto me remito) y que decidimos bautizar para nuestro grupo como "K2 Corujo". Ya desde aqui, las posibilidades de rutas de bajada eran numerosas y un poco improvisando en los cruces volvemos a la zona de las Roteas, donde paramos obligatoriamente y tuvimos que volver hasta el K2 a buscar la mochila que se había olvidado Marcos (esperamos que no tuvieras problemas en casa...). Así las cosas, volvimos a disfrutar de un estupendo descenso, repitiendo recorrido para llegar hasta la carretera de Baiona. Otra estupenda jornada y dos novedades, el K2 y un nuevo sendero que encontramos por la zona de los molinos en las roteas, despues de tantos años y los montes de Corujo parecen infinitos.